“En este día tan importante, volvamos a comprometernos a garantizar que todas las personas puedan prestar su energía a fin de forjar un futuro mejor para todos y para el planeta que compartimos”. Palabras del secretario general de la ONU, António Guterres
Para conmemorar el día de hoy, desde la Casilla Empresa Solidaria somos conscientes de que potenciar el voluntariado no es solo labor de los organismos públicos, nacionales e internacionales o de la sociedad civil, sino también de las empresas, que cada vez están más alineadas con la problemática de la sociedad actual, perfectamente definida en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Así, queremos visibilizar la Guía de buenas prácticas sobre el Voluntariado promovido por Empresas, un valioso trabajo realizado por la Plataforma del Voluntariado de España que representa una de las nueve entidades de la Plataforma del Tercer Sector que también impulsa la campaña de la Casilla Empresa Solidaria. El objetivo de esta guía es la de servir de ejemplo y mostrar experiencias previas, tipos de colaboración y participación, dificultades vividas y aprendizajes derivados del voluntariado promovido por empresas.
¿Por qué es necesario un voluntariado promovido por la empresa?
Los programas de voluntariado están cada vez más extendidos en un mayor número de compañías ya sea mediante sus fundaciones, o mediante los departamentos de sostenibilidad, los departamentos de calidad, de recursos humanos, etc. Esta práctica ya no es solo cosa del Tercer Sector, esto va de todos y todas y las empresas también tienen un papel clave, veremos más adelante los beneficios que estos les aporta.
Según el modelo desarrollado por la Fundación Seres en colaboración con Deloitte basada en el Global Impact Model:
- El 83% de las compañías participantes cuentan con programas de voluntariado, evidenciando la apuesta de las empresas por la responsabilidad social.
- 1 de cada 3 empresas cuenta con más del 30% de su plantilla involucrada en actividades de RSE.
- El 10,1% de los y las empleadas están involucrados en proyectos de voluntariado.
Pero más allá de los programas de voluntariado, una de las tendencias que está mitigando los impactos negativos que pueda generar la compañía en su actividad, es el conocido como Cuarto Sector u organizaciones híbridas, que buscan el beneficio económico mientras crean impactos positivos en la sociedad, en el planeta, entre su plantilla, lo que se conoce como triple balance. Se trata de empresas prósperas y un claro ejemplo de ello son las empresas de economía social, aquellas que se definen como el conjunto de actividades económicas y empresariales que persiguen el interés general económico o social, o ambos.
Beneficios del voluntariado corporativo para las empresas y entidades sociales
Varios estudios, que recapitulan los beneficios que las empresas y la sociedad adquieren al promover el voluntariado entre su plantilla, hablan de que permite construir asociaciones entre empresas y comunidades y movilizar recursos, mientras se benefician de su implementación los empleados/as, las organizaciones comunitarias y la sociedad en general.
Los beneficios asociados al voluntariado promovido en empresas son:
- Aumento de la competitividad empresarial, la garantía de igualdad de oportunidades dentro de la organización y del fortalecimiento de la comunicación interna o la fidelización de la clientela.
- Mayor motivación, satisfacción y lealtad de los y las empleadas, el aumento de las competencias de la plantilla, la mejora del atractivo de la empresa para nuevas personas trabajadoras potenciales, o el incremento de la reputación institucional y la imagen pública de la empresa.
- Mejora del clima personal y laboral y el trabajo en equipo, se establece una cultura organizacional más participativa y se refuerzan los valores internos de la empresa.
El no apostar por una responsabilidad social coherente y participativa puede ser un obstáculo a la hora de atraer talento de las nuevas generaciones que cada vez son más exigentes a la hora de seleccionar sus puestos de trabajo y demandan algo más que salario y beneficios asociados, el salario emocional también les importa.

Los beneficios asociados al voluntariado corporativo para entidades sociales son también igual de significantes porque:
- Aumenta el número de personas voluntarias de la entidad, voluntarios y voluntarias que proceden de ámbitos muy diferentes, con distintas capacidades y alta especialización de conocimientos que sin duda enriquecen el perfil del voluntariado de la organización y de la propia plantilla que puede aprender para superarse en su acción diaria.
- Promueve la evolución constante de la entidad al tener que concebir sinergias y diálogo constante con las empresas.
- Fortalece las alianzas con empresas prestigiosas que redundan en el consiguiente prestigio de la propia entidad que puede alcanzar objetivos que antes no le hubieran sido posibles.
- Se dispone de mayor financiación para el desarrollo de proyectos, y el acceso a servicios profesionales a mejor coste, lo que permite que los proyectos sean más estables generando mayor impacto.
- Refuerzo de la difusión de la organización, su misión, su visión, sus proyectos, suscitando interés y conocimiento en la sociedad y en otros posibles socios/as que le lleven a emprender nuevos proyectos.
La evolución de la incorporación del voluntariado a la empresa ha sido paulatina, habiéndose acelerado en la última década hasta convertirse en una parte esencial de la cultura corporativa. Las empresas están en un momento clave para apostar por una mayor profesionalización de los programas desarrollados y dotar de mayor peso a las alianzas estratégicas con valor (ODS 17), a través de la colaboración estrecha entre las empresas y las entidades sin ánimo de lucro.
Es probable que, en los próximos años, la supervivencia de muchas de las entidades sociales pase por establecer dichas alianzas con las que todas las partes salen beneficiadas y con las que se fortalecen y multiplican los efectos positivos de los programas de voluntariado.